miércoles, 12 de mayo de 2010

Ni gas, ni sólido


En el fútbol como en la mayoría de los deportes, siempre se acostumbra a entenderlo a través de metáforas y de las que más se escuchan hoy, es hablar de equipos y su juego tomados como algo sólido o blando, inconsistente, etc. Por eso, cuando algún actor de este juego habla mucho y hace menos o no refleja en el campo ( que en definitiva es lo que tiene que hacer ) lo que la gente quiere ver, se lo "adjetiviza" de "vende humo", de "roba plata" etc. Pero como esto es simplemente eso, un juego, solo basta con plasmar las palabras en 90 minutos para que todos nos olvidemos de los dichos, de los coloquios, de los mismos participantes para hablar de grandes actuaciones y solidificar su cálidad, transformar todo aquello sensible e inconsistente en fuerza, poderío, hidalguía y otras tantas cosas.

Seguramente, se hable de la capacidad, actitud e inteligencia que tuvo Nacional para afrontar este partido. De lo bien que planteó el encuentro el DT tricolor cuando todos sabemos que es blanco de críticas justamente por eso, por no plasmar sus poéticas palabras en la cancha. Y mucho más, para hablar de la "pasta" que tiene el jóven Santiago García, que no ha perdido encuentros contra Peñarol, y eso lo hace un jugador con una personalidad envidiable, por lo menos para esas mentes cambiantes que escuchamos hoy por hoy.

¿Y qué es lo que hace entreverar las palabras y terminar diciendo lo contrario? Goles, victorias, fútbol, en definitiva. No es más que eso, el que gana, tiene la razón. No olvidemos que "La Historia la cuentan los ganadores". Por eso, hay que cuidar las palabras, entender este deporte como un juego, ni héroes ni villanos, ni sinceros ni mentirosos. Simplemente, ganadores y perdedores.